El uso de la realidad virtual en videojuegos ha aumentado notablemente entre los jóvenes, quienes ya dedican un promedio de cuatro horas semanales a esta actividad, según un informe de Qustodio. Esta tecnología permite a los usuarios sumergirse en mundos virtuales a través de dispositivos como gafas de realidad virtual, ofreciendo experiencias de juego inmersivas.
Videojuegos como Pokemon Go han demostrado el impacto de la realidad aumentada, que combina escenarios reales con elementos digitales. Sin embargo, la realidad virtual plantea nuevas experiencias que los niños no podrían vivir en la vida real, lo que genera preocupaciones sobre su uso por parte de menores en desarrollo.
A medida que más desarrolladores incorporan la realidad virtual en sus títulos, la accesibilidad de esta tecnología se amplía. Desde Qustodio, se alertan sobre los riesgos asociados, incluyendo la distorsión de la realidad y posibles problemas de salud, como la fatiga visual, que pueden afectar negativamente a los jóvenes.