Los videojuegos a 100 $ están cada vez más cerca de convertirse en una norma, según las tendencias actuales en la industria. El aumento en los costos de desarrollo, equipamiento y infraestructura está impulsando a las compañías a considerar un incremento de precios, lo que podría impactar significativamente el mercado de los videojuegos.
El incremento en los precios se justifica por el aumento de los costos de RAM, mantenimiento de servidores y otros gastos operativos que han escalado en los últimos años. Una vez que se establezca este nuevo precio, podría ser difícil revertir la tendencia, lo que cambiaría la forma en que los consumidores adquieren y priorizan sus juegos.
La situación plantea preguntas sobre el futuro del mercado: si esta subida de precios es inevitable y cómo afectará la experiencia del jugador. Los desarrolladores y las empresas están en una posición crítica para decidir cómo responder a estos desafíos.